El blog de Júlia

“Es tentador tratar todo como si fuera un clavo cuando la única herramienta que tienes es un martillo”  Abraham Maslow

Descifrando el Comportamiento Inadecuado de los Niños

Aprende sobre los trastornos de conducta, las posibles causas, y las intervenciones basadas en evidencia para ayudar a los niños a regular sus emociones y comportarse de manera más positiva
Comportamiento inadecuado de niños
Los niños son seres en constante crecimiento y desarrollo, y su comportamiento a menudo puede desconcertar y desafiar a los padres. La disciplina positiva ofrece una mirada comprensiva hacia las razones detrás del comportamiento inadecuado de los niños, ayudándonos a comprender y abordar sus acciones de manera efectiva. Muchas veces los padres tienen una opinión adultocentrista acerca del comportamiento del niño, y para ello es fundamental comprender qué hay detrás de lo que consideramos “mala conducta”. Para ello, es crucial identificar los cuatro errores interpretativos comunes que los padres pueden cometer al analizar el comportamiento de sus hijos. A continuación, exploraremos por qué los niños se comportan de manera inadecuada y cómo evitar estos errores interpretativos.

Evitar errores interpretativos

1. Necesidades no satisfechas

Uno de los errores que cometemos más comúnmente es asumir que un niño se comporta inadecuadamente debido a una falta de disciplina o escasa voluntad. Sin embargo, en muchos casos, el comportamiento inadecuado de un niño puede ser una señal de que sus necesidades emocionales o físicas no están siendo atendidas. Los niños pueden actuar mal cuando tienen hambre, están cansados, se sienten abrumados por emociones o anhelan atención y afecto. Debemos considerar la diferencia entre lo que el niño quiere y el niño necesita. Puede que pensemos que el niño tiene de todo, pero en realidad no dispone de lo que realmente necesita.

La disciplina positiva nos insta a considerar si hay necesidades no saciadas detrás del comportamiento inadecuado de un niño. En lugar de castigar, es más eficaz abordar estas necesidades de manera comprensiva, brindando apoyo emocional y asegurándonos de que estén físicamente cómodos y nutridos. Si estas necesidades están resueltas puede que el niño esté interpretando que para tener la situación bajo control, debe demostrar el poder que tiene sobre ella y sobre los adultos de referencia. En este caso, es importante hacerlo entender que sabemos el motivo por el que se comporta de tal forma y que nosotros no seguiremos esta dinámica para no entablar círculos viciosos.

Comportamiento inadecuado de niños

2. Desarrollo y maduración

Los niños se encuentran en constante desarrollo físico, emocional y cognitivo. A menudo, su comportamiento inadecuado puede atribuirse a su etapa de desarrollo. Por ejemplo, los niños pequeños pueden mostrar rabietas debido a su dificultad para regular sus emociones, mientras que los adolescentes pueden desafiar las reglas a medida que buscan independencia.

La disciplina positiva nos recuerda que es esencial tener expectativas apropiadas para la edad de nuestros hijos y comprender que ciertos comportamientos son una parte normal de su desarrollo. En lugar de ver estos comportamientos como una afrenta personal, podemos abordarlos con paciencia y apoyo, guiando a nuestros hijos hacia un comportamiento más adecuado a medida que maduran. En estos casos yo siempre invito al adulto a que reflexione en momentos en que se pierden los nervios… ¿Nos es fácil controlarnos en estas situaciones?

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3. Comunicación ineficaz

Los niños aún están aprendiendo a expresar sus emociones y necesidades de manera adecuada. A menudo, su comportamiento inadecuado puede ser un intento de comunicar lo que sienten o necesitan. Por ejemplo, un niño puede tirar objetos cuando está frustrado o enojado, en lugar de expresar sus sentimientos con palabras.

La disciplina positiva nos anima a considerar si el comportamiento inadecuado de un niño podría ser una manifestación de una habilidad de comunicación subdesarrollada. En lugar de reprenderlos, podemos enseñarles formas más efectivas de expresar sus emociones y necesidades, como el uso de palabras o estrategias de autorregulación. Para ello hay una fórmula que nunca falla, la frase que se utiliza para la validación emocional. Un ejemplo podría ser “actúas así, porque te sientes así, porque ha pasado X”. Reformular verbalmente que le está sucediendo le ayuda a poner orden en sus emociones. Nos encontramos, a veces, con niños que chillan, tiran cosas… y lo que quieren es que alguien les escuche. Pues bien, esta frase puede ser un buen inicio para entablar esta comunicación y poder conectar con ellos.

Comportamiento inadecuado de niños

4. Deseo de atención

Los niños anhelan la atención de sus padres y cuidadores. A veces, recurren al comportamiento inadecuado como una forma de obtener la atención que necesitan. Esto puede incluir comportamientos desafiantes, como berrinches o travesuras, que atraen la atención negativa de los adultos. ¿Cómo podemos saber si nuestro hijo requiere excesiva atención? Pues bien, hay dos formas principales para averiguarlo: la primera es preguntándoselo teniendo en cuenta la edad del pequeño y la otra es observando como se siente el adulto. Si el adulto se siente desbordado, es posible que el niño o niña haya aprendido que para sentirse aceptado en la familia necesita un exceso de atención. En ambos casos le podemos confrontar con la formulación anterior y hacerle entender que siempre le aceptaremos y, por tanto, no es necesario que exija atención desmesurada. Esto también puede ser una alerta si consideramos que no le estamos prestando la suficiente atención. En este caso, fomentar los momentos de conexión le ayudarán a sentirse atendido.

Así que, en lugar de reaccionar con enojo o castigo, podemos brindar atención positiva y calidad cuando el niño se comporte adecuadamente, reduciendo así la necesidad de buscar atención de manera negativa.

Conclusión

El comportamiento inadecuado de los niños puede ser desconcertante, pero a través de la disciplina positiva, podemos comprender mejor por qué ocurre y cómo abordarlo de manera efectiva. Evitar los errores interpretativos comunes, como asumir falta de disciplina o mala voluntad, nos permite ver el comportamiento de nuestros hijos desde una perspectiva más comprensiva. Al abordar las necesidades no satisfechas, considerar el desarrollo y maduración, promover la comunicación efectiva y brindar atención de calidad, podemos ayudar a nuestros hijos a crecer y aprender a comportarse de manera más adecuada a medida que avanzan en su viaje de desarrollo.

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