Los amigos invisibles son una parte natural del desarrollo infantil, especialmente en niños de entre 2 y 7 años. Pueden surgir por múltiples razones, desde el deseo de compañía hasta la exploración de emociones y situaciones que los niños aún no entienden completamente. Desde la perspectiva de la crianza respetuosa, es importante abordar esta fase con sensibilidad, apoyo y comprensión.
No debemos alarmarnos si se da de forma naturalizada entre las edades mencionadas anteriormente y si no implica comportamientos agresivos por parte del niño. Se considera que ayuda a desarrollar capacidades previamente a implementarlas en el mundo real.
Causas del Estrés en los Niños
1. Aceptar y Validar la Experiencia del Niño
El primer paso es aceptar y validar la experiencia del niño. En lugar de desestimar o ignorar la existencia del amigo invisible, es fundamental reconocer que para el niño, esta figura es real y significativa. Preguntar sobre el amigo, sus características y lo que hacen juntos permite al niño sentirse comprendido y respetado. Esto no significa fomentar la ilusión, sino respetar el mundo interno del niño.
Al validar sus sentimientos, el niño aprenderá que sus emociones y pensamientos son importantes, lo que refuerza su autoestima y confianza. Es importante recordar que la imaginación es una herramienta poderosa en el desarrollo infantil y que estos amigos invisibles pueden cumplir funciones emocionales y sociales importantes.
2. Observar sin Juzgar
En la crianza respetuosa, la observación atenta es clave. Es crucial observar cómo el niño interactúa con su amigo invisible sin intervenir ni juzgar. Esto permite a los padres comprender mejor el papel que juega este amigo en la vida del niño. A veces, los amigos invisibles pueden ayudar al niño a procesar experiencias difíciles o miedos, o simplemente ser una fuente de diversión y compañía.
La observación también ayuda a los padres a detectar si el amigo invisible está ligado a alguna preocupación subyacente. Si bien en la mayoría de los casos, estos amigos son inofensivos, si un niño muestra señales de angustia o dependencia excesiva de su amigo invisible, puede ser útil investigar más a fondo las posibles causas.
3. Fomentar la Imaginación y la Creatividad
La crianza respetuosa promueve el desarrollo integral del niño, incluyendo su creatividad e imaginación. Los amigos invisibles son una manifestación de la rica vida imaginativa de un niño. Los padres pueden aprovechar esta oportunidad para fomentar aún más la creatividad a través de juegos, lectura de cuentos y actividades artísticas.
Permitir que el niño cuente historias sobre su amigo invisible, dibuje o cree juegos alrededor de él, ayuda a canalizar su imaginación de manera constructiva. Además, al participar en estos juegos, los padres demuestran interés por el mundo del niño, lo que fortalece el vínculo afectivo.