Los cambios importantes en la vida pueden ser desafiantes para cualquier persona, y para los niños aún más. En mis sesiones siempre digo “piensa que el último gran cambio que tuvo tu hijo fue su nacimiento”. El cambio implica dolor y sensación de pérdida. Ya sea una mudanza, cambio de escuela, la llegada de un hermano o cualquier otro acontecimiento significativo, conlleva despedirnos de algo que es valioso para nosotros. Visto así, podemos comprender la gran necesidad de ofrecer apoyo a los más pequeños durante estas transiciones. Con esto no podemos asegurar que su actitud hacia el cambio se modificará radicalmente y no ofrecerá resistencia, pero si podemos mitigar las consecuencias del mismo. Aquí te presentamos algunas estrategias para ayudar a tu hijo a enfrentar y adaptarse positivamente a cambios importantes.
Estrategias para ayudar a tu hijo
1. Comunicación Abierta y Empática
La base para ayudar a tu hijo a manejar cambios es establecer una comunicación abierta y empática. Anima a tu hijo a expresar sus sentimientos a través de preguntas que no inciten a una respuesta monosilábica. Que pueda comunicar en confianza como se siente acerca del cambio y, sobretodo, valida sus emociones. Imagínate que ahora te despidieran de tu trabajo y tus más allegados te dijeran “ah bueno no pasa nada, piensa que ya encontrarás algo”. La sensación de incomprensión sería monumental y con razón. Lo mismo les sucede a ellos. Escuchar activamente le brinda la seguridad de que sus sentimientos son importantes y que tiene un espacio para compartirlos.
2. Proporciona Información
La incertidumbre puede generar ansiedad en los niños. Proporcionales información clara y apropiada para su edad sobre el cambio que se avecina. Explica por qué está ocurriendo y cuáles serán las implicaciones. Asegurarles que estarás allí para apoyarlos y que juntos encontrarán maneras de enfrentar la situación. Cuanta más anticipación, a riesgo de ser pesados, mejor para ellos: sabrán a qué atenerse y qué estrategias podrán aplicar.
3. Mantén Rutinas Consistentes
Las rutinas proporcionan estabilidad y previsibilidad, algo especialmente crucial durante momentos de cambio. Intenta mantener las rutinas diarias tanto como sea posible. Esto ayuda a que los niños se sientan seguros y les proporciona un sentido de normalidad en medio de la transición. Los niños necesitan una vida diaria lo más “aburrida posible” en la que abunden las normas, los límites, las rutinas. Aunque en ellos provoque una reacción de contraposición (totalmente natural) debemos mantenernos firmes en la consecución de estos hábitos. Recordemos, firmes con amabilidad.
4. Involúcralos en el Proceso
Involucrar a los niños en el proceso de toma de decisiones cuando sea posible les brinda un sentido de control. Permíteles tomar decisiones simples relacionadas con el cambio, como la elección de colores para su nueva habitación o la compra de útiles escolares. Esto les da la sensación de ser parte activa de la situación. La norma es que los padres tomen las riendas y las decisiones de todo aquello que implica la supervivencia, seguridad e integridad del niño (a que colegio estudiar, menús generales, hábitos a mantener etc.), es decir, las grandes decisiones. A ellos les podemos dejar si primero comer los vegetales o la carne o de qué color será la libreta que usarán en el colegio. Esto les da sensación de control y de que les tienen en cuenta.
5. Fomenta la Expresión Creativa
La expresión creativa es una excelente manera para que los niños canalicen sus emociones. Proporciónales materiales artísticos o invítalos a escribir en un diario. Esto les permite externalizar sus sentimientos y reflexionar sobre el cambio de una manera más constructiva. Una forma de expresarse que involucra las emociones es el termómetro emocional. Los niños, a falta de palabras para definir sus sentimientos pueden acudir al termómetro y señalar qué emoción sienten en ese momento.
6. Sé un Modelo a Seguir
Los niños observan y aprenden mucho de sus padres. Sé un modelo a seguir demostrando una actitud positiva hacia el cambio. Habla sobre tus propias experiencias de adaptación y cómo superaste desafíos similares. Esto les brinda ejemplos de resiliencia y adaptabilidad. No hay mayor aprendizaje que el que se obtiene a través del modelaje.
Conclusión
Enfrentar cambios importantes puede ser un proceso desafiante, pero con el apoyo adecuado, los niños pueden desarrollar habilidades importantes para afrontar la adversidad. La comunicación abierta, la información clara, la consistencia en las rutinas y la participación activa son fundamentales para facilitar una transición más suave. Al proporcionar un entorno de apoyo y alentar la expresión de emociones, estás construyendo las bases para que tu hijo se adapte de manera positiva a los cambios que la vida les presenta.